«Hablar para mí de la fe implica afirmar lo que hace que mi vida tenga significado y que toda circunstancia sea digna de ser vivida y afrontada, ya sea positiva o negativa. La Fe, es la respuesta que llena de significado cada acontecimiento en mi vida. Para poner en contexto, he sido criado en el seno de una familia católica practicante, pero simplemente lo vivía como una tradición bonita que se quedaba en un conjunto de ritos. Todo cambió, cuando falleció mi madre y las preguntas más complejas que tiene el ser humano emergieron: ¿Para qué es la vida? ¿Para qué vivir, si todas las personas que amo se van a morir? Todo esto me hizo hacer un precioso descubrimiento que cambió las normas del juego, gracias a la Iglesia y la compañía de los amigos de la Iglesia. Me hicieron descubrir, que mi madre la podría ganar para siempre y que mi madre fue y es dada, a tal punto que Dios pensó en esa madre para mí, para que yo naciese, de tal forma que en el parto ella quería sacrificarse para que yo naciera.
También quería comentar un caso donde se ve reflejada la importancia de la Fe en mi día a día. Desde la Universidad me he llevado con un chico que tiene muchas complejidades, las cuales hacen que la gente no quiera relacionarse con él. A este chico le ayudé a terminar el Trabajo Fin de Grado (TFG), ya que no tenía a nadie que lo ayudase. Fui un día a su casa y le ayudé, al volver hablé con mi padre y le conté donde había estado. Mi padre al decirle donde estuve comenzó a llorar y se quedó pálido. Todo esto fue porque ese chico era hijo del ginecólogo de mi madre, aquel que le dijo a mi madre, que estaba en su interior y que abortase porque era un parto de riesgo. Esto me pareció un gesto de amor grande de Dios hacia mí y hacia la vida de este médico y su hijo. Dios me utilizaba como signo carnal de su misericordia y esto me hacía al mismo tiempo agradecer la vida de mi madre, era un gesto donde me sentía más querido por ella. La paradoja, que el niño que no quería que naciera, es quien ayuda y mira con ternura a su hijo. Lo más bonito, es que yo estuve en su funeral con compasión y prometiendo a su padre (el ginecólogo) que yo iba a cuidar de su hijo. Esto es en definitiva la Fe, que es hacer grande la vida en lo cotidiano del día a día.»
“MIRAD, ALGO NUEVO ESTÁ BROTANDO ¿NO LO NOTAIS?”
Bajo el lema diocesano “MIRAD, ALGO NUEVO ESTÁ BROTANDO ¿NO LO NOTAIS?”, queremos iniciar el camino del Adviento 2024 que nos conducirá, no solo a celebrar y vivir los misterios del nacimiento e infancia de Nuestro Señor Jesucristo en la cercana Navidad, sino que nos...