Con el Miércoles de Ceniza, damos inicio al tiempo de Cuaresma, «tiempo de gracia, en el que el desierto, vuelve a ser el lugar del primer amor» (Papa Francisco). Recordemos la importancia de este camino que nos llevará a la cumbre del Año Litúrgico: la renovación de nuestro bautismo, nuestra adhesión a Cristo muerto y resucitado. El lema de este tiempo de cuaresma: “Te amó y se entregó por ti”, es una síntesis del anuncio del Kerigma, confrontando Gálatas 2,19-20, donde San Pablo nos comparte lo que transformó su vida: “Cristo Crucificado…me amó y se entregó por mí”.
Confirman su fe y renuevan su compromiso cristiano de amor y bondad
Cada vez que termina un curso de catequesis de Confirmación, salgo contento, pero con la idea que no ha sido suficiente para estos chicos, es entonces cuando tengo conciencia de que, el que construye es Otro, quizás yo no vea lo que ha ocurrido en algunos de ellos en...