Cada 14 de julio la Iglesia celebra la fiesta de San Camilo de Lelis, sacerdote italiano del siglo XVI, cuya preocupación primera en su ministerio pastoral, fue la atención a los enfermos en quienes veía a Cristo paciente. El mismo hospitalizado en su juventud, habría sufrido en propia carne la penuria y el desamparo en que se encontraban los internados en los hospitales de su época.
Su espíritu de caridad perdura en la Congregación, por él fundada, de Ministros de los enfermos (Padres Camilos). La formulación del carisma de los Religiosos Camilos se resume en acoger y cuidar a los enfermos como Jesús. Él nos invita a hacer lo mismo: anunciar la Buena Noticia del evangelio desde el cuidado a los enfermos. Camilo de Lelis especificó y concretó este carisma en dos dimensiones:
· Servicio integral a la persona enferma.
· Escuela de caridad para los que comparten la tarea de cuidar a los enfermos.
Hoy nos gusta expresarlo así: «CUIDAR Y ENSEÑAR A CUIDAR»
Destaca en Madrid el Centro de Humanización de la Salud, un centro pionero en la asistencia de los enfermos y formación para poder atender y humanizar la salud. Teniendo mucha importancia la formación en Pastoral de la Salud que ayuda a fieles y consagrados a vivir esta experiencia de atender a los miembros enfermos de las comunidades parroquiales.
A esta oferta formativa se añaden cursos de Bioética, del duelo y ayuda a escuchar en estas situaciones; mejora en asistencia geriátrica, cuidados paliativos y habilidades de consuelling y empatía, entre muchas otras ofertas que dan la oportunidad de poner en práctica en el mismo centro. Vemos en san Camilo como la caridad hacia los más necesitados llega hasta nuestros días, si el amor a Dios es correlativo con el amor al prójimo.