El Sínodo que convoca el papa Francisco para toda la Iglesia Universal pretende ser un germen de la esperanza que Jesús trajo, viniendo al mundo. El abandono, silencio de muchos cristianos, nos hace preguntarnos por qué nosotros no abandonamos también la Iglesia…y recordamos esas palabras de Pedro:»¿dónde iremos?¡Sólo Tú tienes palabras que explican nuestra vida! También nosotros somos conscientes del «cierto» abandono del mundo, también nosotros nos hemos refugiado en el pesebre de la comodidad…por eso se nos invita a salir, a contar, a celebrar nuestro encuentro con Cristo Jesús. «Deseo una Iglesia pobre para los pobres», » Prefiero una Iglesia accidentada, que cómoda en sí misma», nos dice el Papa. El Sínodo quiere ser una ocasión de liberación, de ponernos en camino, de purificar y salvaguardar el tesoro inmenso de la fe. ¡Pongámonos en camino!
Confirman su fe y renuevan su compromiso cristiano de amor y bondad
Cada vez que termina un curso de catequesis de Confirmación, salgo contento, pero con la idea que no ha sido suficiente para estos chicos, es entonces cuando tengo conciencia de que, el que construye es Otro, quizás yo no vea lo que ha ocurrido en algunos de ellos en...