Terminamos un año, donde hemos reído, llorado, amado, rezado, celebrado y despedido a seres queridos. Un año en el que Dios ha estado en todos esos momentos, junto a nosotros. Otro año marcado por la pandemia de la Covid-19, pero pese a las circunstancias, nuestra comunidad parroquial no ha parado su actividad, seguimos caminando juntos, fortalecidos por el Espíritu Santo que nos conduce siempre hasta Jesús. Hemos vivido en nuestra comunidad parroquial, momentos muy especiales e importantes, que quisiéramos destacar: En el mes de enero, celebramos de forma atípica la Fiesta de San Sebastián Mártir, santo patrón y protector de nuestro pueblo. En febrero, celebramos la fiesta de la Virgen de Candelaria, un gran grupo de jóvenes de la parroquia, recibieron el sacramento de la Confirmación, en manos de nuestro Obispo, Don Bernardo. Iniciamos la cuaresma y a finales de marzo y principios de abril, conmemoramos con mucha fe y devoción, la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En el mes de mayo, diferentes grupos de niños y niñas recibieron a Jesús y en junio celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. El tercer domingo del mes de julio, fue la Fiesta de la Hermandad del Santísimo y en agosto la Solemnidad de la Asunción de la Virgen. En el mes de septiembre, despedimos a Don Honorio, tras 10 años de ministerio en nuestra comunidad y acogimos con los brazos abiertos, a Don Agalac. Celebramos la Fiesta de Adeje en honor a la Virgen de la Encarnación y Santa Úrsula, que festejamos en octubre y así renovamos el voto de nuestros antepasados. Noviembre fue un mes de recuerdo a nuestros seres queridos difuntos y en diciembre, con mucha ilusión, celebramos la Natividad del Señor, teniendo siempre presente a quienes más nos necesitan, especialmente a nuestros hermanos de La Palma, con nuestras oraciones y gestos de solidaridad.
Que el año 2022, venga lleno de esperanza, fe, salud y amor, y que Dios nos ayude para afrontarlo con fuerza e ilusión, de la mano de la Virgen María y Jesús, para seguir creciendo cada uno en nuestra misión, como iglesia, junto a Él.