Para muchos la Semana Santa es tiempo de descanso, tiempo de familia, tiempo de relajarse, tiempo de encuentro con su fe, tiempo de tradiciones… la Semana Santa es en definitiva «Semana Santa». Este tiempo, me gusta vivirlo como algo nuevo, nunca una Semana Santa será igual a otra ya vivida. Puede que sea porque desde pequeño me la han inculcado, o porque en ella, nace mi vocación al ministerio sacerdotal, no lo sé, pero lo que, si sé, es que, en ella, me encontré con Aquel que se entregó por mí. Como mencioné antes, intento vivir la Semana Santa como algo novedoso, cada acontecimiento vivirlo como si fuera el primero, las celebraciones, momentos de oraciones, las procesiones, el compartir con tantas realidades que voy descubriendo en cada una de las Iglesias… y desde mi pobre experiencia, gracias a estos pequeños pero grandes momentos, descubro que la primera Semana Santa de la historia, se realizó por amor a ti y por mí.
Entre los días de la Semana Santa, destacaría el Jueves Santo, a parte de todo lo que significa este gran día, siempre resalto el Evangelio de la celebración de ese día, “El Lavatorio de los pies”. Desde hace unos pocos años, en una de esta celebración, casi sin darme cuenta, caí en la pregunta que hace Jesús a los discípulos después de lavarle los pies, ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?, esta pregunta la viví como si me lo decía a mí, y desde entonces, intento cada día comprender lo que Él hace por mí, la verdad que no es fácil, muchas veces la vida te pone en situaciones o acontecimientos que uno no sabe que decir o cómo actuar… simplemente uno tiene que dar el paso de la fe que no es otro que confiar.
LA VOCACION DE UN CATEQUISTA
"La catequesis “da el sentido que quiero y necesito a mi vida, cuanto más doy, más recibo y todo ello, me colma de felicidad”. Esta vocación conlleva renuncias y algún que otro descuadre de agenda. Mari Loli Parejo, catequista de la Parroquia de Santa María de Gracia,...