El tiempo litúrgico del Adviento, camino preparatorio hacia el misterio del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, nos recuerda que él vino, viene y vendrá.
¡El Adviento es una buena noticia! En un momento en el que no abundan muchas, el Adviento nos anuncia la gran noticia, que el Señor que vino en la historia y vendrá al final de los tiempos, sigue viniendo a nuestra tierra, a nuestra humanidad, a cada corazón e historia personal y comunitaria. Él Señor ha venido, viene y vendrá a caminar con la humanidad de todos los tiempos y en todas las circunstancias, especialmente en las dolorosas e inciertas; en medio de la pandemia, el volcán de La Palma, la pobreza…
Él vino, viene y vendrá a mostrarnos el camino, porque Él es el Camino, para que brote la vida, la esperanza, cuando parece que todo termina…Nosotros, como comunidad parroquial, nos hemos puesto en camino sinodal, porque queremos renovar en este tiempo de Adviento, la conciencia de que, “nunca caminamos solos”. Cristo vino, viene y vendrá a acompañar el caminar misionero de la iglesia. Cristo sigue viniendo y se hace camino en la Palabra, en la Eucaristía, en cada persona y acontecimiento.
Jesús, que hace camino desde el Padre hacia nosotros, se coloca junto a los que más que sufren, junto a los descartados, junto a los pecadores, junto a los desesperanzados… y sin duda se acerca y camina junto a nuestros hermanos de la Isla de La Palma, en una Navidad especial, ante la tragedia que ha provocado la erupción volcánica. Unámonos en oración, solidaridad y generosidad. ¡Caminemos juntos!